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Puntarelle: El Secreto Mejor Guardado de Roma

Actualizado: 4 jul 2024



¡Hola, amantes de la cocina romana! Hoy les hablaré de una joya culinaria que solo se encuentra en la Ciudad Eterna: las puntarelle. Esta peculiar verdura es tan romana como el Coliseo y el Foro, y tiene una preparación tan única que merece toda nuestra atención. Además, les contaré una anécdota divertida sobre mi primer encuentro con esta delicia.

 

¿Qué Son las Puntarelle?

 

Las puntarelle son los brotes tiernos de una variedad de achicoria llamada cicoria catalogna. Esta planta tiene un aspecto curioso, con sus largos y delgados brotes verdes que emergen de un bulbo central. Son crujientes y tienen un sabor ligeramente amargo, que es la clave de su encanto.

 

¿Por Qué Solo en Roma?

 

Las puntarelle son un ingrediente típico de la región de Lazio, cuya capital es Roma. Aquí, la tradición de comer puntarelle se remonta a siglos atrás. Parte de su exclusividad se debe a que esta variedad específica de achicoria crece mejor en el clima y suelo de Lazio, lo que la hace difícil de encontrar en otros lugares. Los romanos han perfeccionado su cultivo y preparación, convirtiéndolas en un símbolo de la cocina local.

 

¿Cómo se Preparan las Puntarelle?

 

La preparación de las puntarelle es casi un ritual. Aquí les dejo una receta tradicional:

 

  • Limpieza: Primero, se lavan bien los brotes y se retiran las hojas exteriores más duras. Se cortan los brotes en tiras finas, casi como si fueran espaguetis de verdura.

  • Remojo: Luego, se sumergen en agua fría con hielo durante al menos una hora. Esto hace que las puntarelle se enrosquen y se vuelvan más crujientes.

  • Aliño: El clásico aliño romano para las puntarelle es una mezcla de ajo, anchoas, vinagre y aceite de oliva. Se machacan las anchoas y el ajo en un mortero hasta formar una pasta, que luego se mezcla con el vinagre y el aceite.

  • Mezcla: Se escurren bien las puntarelle y se mezclan con el aliño justo antes de servir.

 

El resultado es una ensalada fresca y sabrosa, con el amargor de las puntarelle perfectamente equilibrado por la salinidad de las anchoas y la acidez del vinagre.

 

Una Anécdota Divertida

 

Mi primer encuentro con las puntarelle fue una experiencia inolvidable. Estaba en un mercado en el barrio de Trastevere, explorando los puestos llenos de colores y aromas. De repente, vi estas extrañas y largas tiras verdes en un puesto. Le pregunté al vendedor qué eran y él, con una sonrisa pícara, me dijo: "Son puntarelle, joven. ¡Pruébalas y te enamorarás de Roma para siempre!"

 

Compré un puñado y, siguiendo sus instrucciones, las preparé en mi pequeño departamento. Al momento de aliñarlas, tuve un pequeño accidente con las anchoas. No sabía que tenía que machacarlas primero, así que las puse enteras. Al primer bocado, la ensalada sabía como si hubiera metido la cabeza en el mar. Después de un ataque de risa y una llamada de emergencia a un amigo romano, corregí mi error y finalmente probé la verdadera ensalada de puntarelle. Y debo decir, el vendedor tenía razón: fue amor a primera mordida.

 

Conclusión: Las Puntarelle y el Encanto de Roma

 

Las puntarelle no son solo una verdura; son una parte integral de la identidad culinaria de Roma. Su preparación única y su sabor inigualable las hacen especiales. Si alguna vez tienen la oportunidad de probar esta delicia en Roma, no la dejen pasar. Y si deciden prepararlas en casa, recuerden: ¡machacar las anchoas es clave! Buon appetito, y que disfruten de este secreto romano tanto como yo.

 
 
 

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